La irrupción de “México Republicano” en el escenario político mexicano
Recientemente, se anunció la formación de un nuevo partido político en México bajo el nombre de “México Republicano”, liderado por el exgobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva Ramírez. Este movimiento se posiciona como una fuerza de ultraderecha católica, con el objetivo de convertirse en un contrapeso al Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA). Según Oliva, el proyecto cuenta con el respaldo de sectores evangélicos, católicos, empresarios y antiguos miembros del Partido Acción Nacional (PAN).
Sin embargo, la reacción del gobierno no se hizo esperar. La presidenta Claudia Sheinbaum minimizó la relevancia de este nuevo partido, afirmando que no vislumbra un futuro prometedor para un grupo que, en sus palabras, “nunca defendió la República”. Además, cuestionó el uso del término “republicano” por parte de un movimiento que, a su juicio, carece de coherencia con la historia del liberalismo mexicano.
El surgimiento de “México Republicano” pone de manifiesto el descontento de ciertos sectores conservadores frente al proyecto político actual. No obstante, su éxito dependerá de su capacidad para consolidar una base social y distinguirse de otras fuerzas opositoras.