La inflación en Estados Unidos se disparó al 3% interanual en enero de 2025, marcando el cuarto mes consecutivo de aumentos, generando preocupaciones sobre el rumbo económico del país.
Este incremento estuvo impulsado principalmente por el alza en el precio de los huevos, que subieron un 15,2% durante el mes, y por el encarecimiento de la gasolina, lo que elevó los costos energéticos en un 1,1%.
Este contexto coincide con la implementación de aranceles del 25% sobre las importaciones de acero y aluminio anunciados por el presidente Donald Trump, los cuales afectarán a países como Canadá, México y miembros de la Unión Europea a partir del 12 de marzo. La medida ha generado inquietud en la comunidad internacional, ante el temor de una escalada en las tensiones comerciales.
Economistas advierten que estas políticas podrían provocar una “estanflación suave”, un escenario de crecimiento económico lento acompañado de una inflación superior al 3%. La incertidumbre generada por las amenazas arancelarias y las políticas migratorias restrictivas también podría afectar las inversiones y elevar los costos laborales, impactando directamente en los precios al consumidor.
La combinación de inflación en aumento y aranceles significativos plantea desafíos económicos importantes. Las políticas comerciales actuales podrían requerir una revisión para mitigar sus efectos adversos y evitar un freno en el crecimiento económico de Estados Unidos